miércoles, 4 de junio de 2014

Edificio Bravo Murillo esquina con Sta. Engracia

¡Échame un ojo al kiosco compadre! Me decía aburrido el vendedor del puesto de garrapiñadas que tenía a pocos metros. Luego desaparecía entre la gente que caminaba por la acera
Sentado en los aparcamientos de acero cromado para bicicletas comencé dibujar este edificio que es una referencia visual para todos los madrileños. Lo ves cuando bajas por Bravo Murillo desde Cuatro Caminos o subes por Santa Engracia. 
El olor de las garrapiñadas me traía recuerdos. El problema de estos momentos es que los recuerdos no suelen ser exactamente como los imaginas. Pero para eso está el cuaderno de dibujo y el blog, para dar fe de que estuve allí, del olor dulce y de recuerdos mezclados como acuarelas en las calles de Madrid.


No hay comentarios:

Publicar un comentario