Jardín del Príncipe de Anglona

 

Para ser un jardín 'tan desconocido' para los madrileños esa tarde estaba bastante lleno: padres y niños jugando al escondite (pasando de seguir los senderos de boj) y de vez en cuando entraba algún grupo turístico y gente dibujando (y no todos de nuestro grupo), aún así se respiraba tranquilidad y uno se sentía aislado de la ciudad.

El jardín, se encuentra pegado al Palacio de Anglona, un jardín nobiliario del siglo XVIII (1761) que ha llegado hasta nosotros en pleno corazón del Madrid de los Austrias. Es un jardín colgante, sustentado por muros de ladrillo y granito, que salvan el desnivel entre la calle Segovia y la Plaza de la Paja. Aunque fue reformado a principios del siglo XX (por el mismo arquitecto que diseñó los jardines de El Capricho), aún conserva el trazado y el solado original de los caminos realizado en ladrillo colocado a sardinel.

Es un lugar bastante desconocido porque aparece encerrado por altas tapias y situado en la parte baja de la plaza de la Paja, y se abre como mirador a la calle de Segovia. Constituye un sorprendente remanso de paz en el apretado y denso conjunto urbano del Madrid antiguo.